El gobierno municipal de Ponteareas ha lanzado una contundente denuncia contra lo que califica como una orquestación deliberada del conflicto en el Servizo de Axuda no Fogar. Según el Concello, la Central Independiente de Traballadoras y el Bloque Nacionalista Galego han manipulado sistemáticamente la información sobre la huelga para crear alarma social y confrontación política, mientras el servicio mantenía su actividad con normalidad.

La acusación se produce después de que, según los datos oficiales, solo 13 de las 61 trabajadoras secundaran el paro. El concejal Francisco Represas no ha dudado en señalar a ambos colectivos como responsables de una campaña de intoxicación que ha intentado magnificar el alcance real de la protesta laboral, que ya acumula 34 días de movilizaciones.

Por su parte, el secretario general de la CIG, Paulo Carril, ha respondido con contundencia a las acusaciones: "Imos levar a loita do persoal do SAF de Ponteareas até as últimas consecuencias para dignificar as súas condicións laborais". Esta declaración se produce después de que las trabajadoras mantuvieran un cierre nocturno en el Concello para exigir la rescisión del contrato, mostrando la radicalización del conflicto y la distancia entre las partes.

El gobierno local asegura contar con evidencias de que se ha pretendido utilizar políticamente un servicio esencial que atiende a personas en situación de dependencia, calificando esta actuación como "éticamente inaceptable". La alcaldesa Nava Castro ha subrayado que "no se va a permitir que jueguen con la salud y el bienestar de las familias más vulnerables".

La respuesta municipal incluye un rechazo frontal a lo que denominan "estrategia del bulo" por parte de la CIG y el BNG, advirtiendo que se tomarán las medidas necesarias para defender la veracidad de la información y el correcto funcionamiento de los servicios públicos. El comunicado concluye exigiendo a ambas formaciones que "dejen de utilizar como moneda de cambio a las personas dependientes y a sus cuidadoras".