MOTOR
Tu coche te cuesta hoy un 27% más
Un estudio del Arval Mobility Observatory revela que todos los componentes del coste total de propiedad han aumentado simultáneamente entre 2020 y 2025.
Poseer y mantener un vehículo se ha encarecido drásticamente en los últimos cinco años, con un incremento del 27% en el coste total de propiedad según el último estudio del Arval Mobility Observatory. El análisis, que comprende el periodo entre 2020 y 2025, identifica una "tormenta perfecta" donde todos los factores que influyen en el gasto automovilístico han experimentado subidas significativas y simultáneas.
El precio de compra de los vehículos nuevos lidera este encarecimiento con un aumento del 19% en promedio, impulsado por la inflación global, la transición hacia modelos SUV más caros y la integración generalizada de tecnología avanzada y sistemas de electrificación. El mercado de ocasión tampoco se libra de esta tendencia, registrando una subida del 18,5% en el mismo periodo, aunque llegó a alcanzar picos del 44,5% entre 2020 y 2022.
Los costes energéticos presentan las variaciones más dramáticas: los combustibles tradicionales han incrementado su precio un 32%, mientras que la electricidad para vehículos electrificados se ha encarecido un 70% para usuarios domésticos y un 80% para consumidores no domésticos en la Unión Europea. Este componente puede llegar a representar hasta el 30% del coste total de propiedad en vehículos de combustión.
El mantenimiento se ha vuelto un 29% más caro debido a la inflación de costes laborales, problemas en las cadenas de suministro de repuestos y la creciente complejidad técnica de los vehículos. Completan este panorama alcista los neumáticos y seguros, con incrementos del 27% en ambos casos, y la financiación, donde los tipos de interés han subido un 35% entre 2022 and 2025.
Frente a esta situación, el estudio propone cinco estrategias para contener el coste total de propiedad, aplicables tanto a flotas empresariales como a usuarios particulares. La selección adecuada del vehículo aparece como fundamental, destacando que los SUV resultan notablemente más caros que berlinas equivalentes. La optimización de contratos de arrendamiento, extendiendo su duración de 36 a 60 meses, puede generar ahorros significativos, especialmente en vehículos eléctricos.
El comportamiento del conductor emerge como factor crucial, influyendo en el 60% de los componentes del coste total. Programas de formación en conducción eficiente pueden reducir sustancialmente el consumo energético y los gastos de mantenimiento. Completan las recomendaciones una planificación cuidadosa de la estrategia de recarga para vehículos electrificados y la exploración de modelos de movilidad alternativos como presupuestos de movilidad para empleados o soluciones de transporte compartido.

Poseer y mantener un vehículo se ha encarecido drásticamente en los últimos cinco años, con un incremento del 27% en el coste total de propiedad según el último estudio del Arval Mobility Observatory. El análisis, que comprende el periodo entre 2020 y 2025, identifica una "tormenta perfecta" donde todos los factores que influyen en el gasto automovilístico han experimentado subidas significativas y simultáneas.
El precio de compra de los vehículos nuevos lidera este encarecimiento con un aumento del 19% en promedio, impulsado por la inflación global, la transición hacia modelos SUV más caros y la integración generalizada de tecnología avanzada y sistemas de electrificación. El mercado de ocasión tampoco se libra de esta tendencia, registrando una subida del 18,5% en el mismo periodo, aunque llegó a alcanzar picos del 44,5% entre 2020 y 2022.
Los costes energéticos presentan las variaciones más dramáticas: los combustibles tradicionales han incrementado su precio un 32%, mientras que la electricidad para vehículos electrificados se ha encarecido un 70% para usuarios domésticos y un 80% para consumidores no domésticos en la Unión Europea. Este componente puede llegar a representar hasta el 30% del coste total de propiedad en vehículos de combustión.
El mantenimiento se ha vuelto un 29% más caro debido a la inflación de costes laborales, problemas en las cadenas de suministro de repuestos y la creciente complejidad técnica de los vehículos. Completan este panorama alcista los neumáticos y seguros, con incrementos del 27% en ambos casos, y la financiación, donde los tipos de interés han subido un 35% entre 2022 and 2025.
Frente a esta situación, el estudio propone cinco estrategias para contener el coste total de propiedad, aplicables tanto a flotas empresariales como a usuarios particulares. La selección adecuada del vehículo aparece como fundamental, destacando que los SUV resultan notablemente más caros que berlinas equivalentes. La optimización de contratos de arrendamiento, extendiendo su duración de 36 a 60 meses, puede generar ahorros significativos, especialmente en vehículos eléctricos.
El comportamiento del conductor emerge como factor crucial, influyendo en el 60% de los componentes del coste total. Programas de formación en conducción eficiente pueden reducir sustancialmente el consumo energético y los gastos de mantenimiento. Completan las recomendaciones una planificación cuidadosa de la estrategia de recarga para vehículos electrificados y la exploración de modelos de movilidad alternativos como presupuestos de movilidad para empleados o soluciones de transporte compartido.
























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