O Porriño
La CIG rechaza el ERE en CTAG por incluir despidos forzosos si no se cubren las 96 bajas voluntarias
El sindicato denuncia que el expediente de regulación de empleo en el centro tecnológico de O Porriño carece de garantías y deja todas las decisiones en manos de la dirección.
El conflicto laboral en el Centro Tecnológico de la Automoción de Galicia (CTAG) se agrava tras el rechazo de la CIG a firmar el acuerdo de ERE y ERTE. El sindicato ha decidido no avalar el expediente al considerar que contempla despidos forzosos en caso de no alcanzarse las 96 bajas voluntarias solicitadas, dejando así la decisión final sobre los recortes de plantilla en manos de la dirección de la empresa con sede en O Porriño.
La representación sindical lamentó que "tras semanas de negociaciones intensas, movilizaciones y esfuerzos por parte del cuadro de personal, el ERE sigue contemplando salidas forzosas si no se cubren las voluntarias". El mecanismo establecido, denominado de "doble voluntariedad", permitiría a la empresa aceptar o rechazar las adhesiones presentadas por los trabajadores.
El ERTE también genera serias preocupaciones entre los representantes de los trabajadores. Con un período de aplicación desde el 1 de diciembre de 2025 hasta el 31 de diciembre de 2026, el sindicato denuncia que "carece totalmente de garantías y se convierte en una medida de flexibilidad en manos de la compañía". La dirección se reservaría la capacidad de decidir "de forma unilateral la afectación individual de las 80 jornadas de suspensión de contrato".
La CIG criticó además que los criterios de selección no son "ni objetivos ni verificables", ya que la empresa no concretó qué trabajadores se encuentran "por debajo de los costes de explotación" o son considerados "menos productivos". Tampoco se habrían establecido compromisos de mantenimiento del emplego en ninguno de los expedientes presentados.
El sindicato consideró "especialmente grave" que durante toda la negociación la dirección se negara a ejercer "la más mínima autocrítica" sobre errores de planificación o fallos organizativos. En su comunicado, la CIG afirmó que "las personas trabajadoras del CTAG tienen que pagar ahora las consecuencias de la incompetencia directiva", cargando sobre el personal "las consecuencias de una mala gestión y decisiones empresariales impropias de un centro tecnológico de su dimensión".

El conflicto laboral en el Centro Tecnológico de la Automoción de Galicia (CTAG) se agrava tras el rechazo de la CIG a firmar el acuerdo de ERE y ERTE. El sindicato ha decidido no avalar el expediente al considerar que contempla despidos forzosos en caso de no alcanzarse las 96 bajas voluntarias solicitadas, dejando así la decisión final sobre los recortes de plantilla en manos de la dirección de la empresa con sede en O Porriño.
La representación sindical lamentó que "tras semanas de negociaciones intensas, movilizaciones y esfuerzos por parte del cuadro de personal, el ERE sigue contemplando salidas forzosas si no se cubren las voluntarias". El mecanismo establecido, denominado de "doble voluntariedad", permitiría a la empresa aceptar o rechazar las adhesiones presentadas por los trabajadores.
El ERTE también genera serias preocupaciones entre los representantes de los trabajadores. Con un período de aplicación desde el 1 de diciembre de 2025 hasta el 31 de diciembre de 2026, el sindicato denuncia que "carece totalmente de garantías y se convierte en una medida de flexibilidad en manos de la compañía". La dirección se reservaría la capacidad de decidir "de forma unilateral la afectación individual de las 80 jornadas de suspensión de contrato".
La CIG criticó además que los criterios de selección no son "ni objetivos ni verificables", ya que la empresa no concretó qué trabajadores se encuentran "por debajo de los costes de explotación" o son considerados "menos productivos". Tampoco se habrían establecido compromisos de mantenimiento del emplego en ninguno de los expedientes presentados.
El sindicato consideró "especialmente grave" que durante toda la negociación la dirección se negara a ejercer "la más mínima autocrítica" sobre errores de planificación o fallos organizativos. En su comunicado, la CIG afirmó que "las personas trabajadoras del CTAG tienen que pagar ahora las consecuencias de la incompetencia directiva", cargando sobre el personal "las consecuencias de una mala gestión y decisiones empresariales impropias de un centro tecnológico de su dimensión".


























Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.85