Galicia ha iniciado el proceso definitivo para la creación de su octava Reserva de la Biosfera, una ambiciosa propuesta que protegería más de 118.000 hectáreas del litoral pontevedrés y coruñés. La directora xeral de Patrimonio Natural, Marisol Díaz, mantuvo esta semana una reunión clave con los representantes municipales de los concellos incluidos en el ámbito territorial de la futura reserva.

El proyecto, que será presentado ante la UNESCO, tiene como núcleo central el Parque Nacional das Illas Atlánticas de Galicia y se extendería por la franja costera desde Fisterra hasta Baiona. La singularidad de esta reserva radica en su marcado carácter marítimo, ya que el 88% de su superficie corresponde a medio marino, integrando ecosistemas únicos y potenciando la conservación de la biodiversidad marina y costera.

Durante el encuentro, Marisol Díaz explicó a los alcaldes y representantes locales las ventajas de este reconocimiento internacional, que promueve "o equilibrio entre a preservación dos recursos naturais e o avance económico e social desas contornas". La directora general enfatizó que la figura de Reserva de la Biosfera no implica nuevas restricciones, sino que abre oportunidades para el desenvolvemento sostible de las comunidades.

Entre los beneficios concretos, Díaz citó la promoción dos sectores produtivos locales, la comercialización de productos con marca de territorio y el fomento de los valores ambientales, culturales y turísticos. Asimismo, destacó la función de estas áreas como laboratorios para la investigación científica, la educación ambiental y la observación a largo plazo de los ecosistemas.

La declaración de esta octava reserva supondría un hito ambiental para Galicia, ya que significaría que a metade da superficie da comunidade estivese protexida bajo distintas figuras de conservación. La candidatura sigue los pasos de la exitosa declaración en 2021 de la Ribeira Sacra, Serras do Oribio e Courel como Reserva de la Biosfera, y se sumaría a las otras seis ya existentes en la comunidad.