Galicia contará el próximo verano con un sistema de vigilancia avanzado de la calidad de sus ríos. La Xunta de Galicia, a través de Augas de Galicia, destinará casi 2,4 millones de euros a la implantación de una nueva red básica de control de la calidad de las aguas en la Demarcación Hidrográfica de Galicia-Costa. El proyecto, presentado en Viveiro por la conselleira de Medio Ambiente e Cambio Climático, Ángeles Vázquez, incluye la instalación de 40 nuevas estaciones de medición automática, una de las cuales se ubicará en el río Landro a su paso por este municipio lucense.

Financiada con fondos europeos NextGenerationEU, esta inversión tiene como objetivo crear una red de monitorización que permitirá realizar mediciones en tiempo real de parámetros clave como el pH, la conductividad, la turbidez o el nivel de oxígeno. La consejera destacó que el sistema también será capaz de generar alertas automáticas ante la detección de valores anómalos, lo que permitirá una respuesta inmediata ante posibles episodios de contaminación o riesgo para las masas de agua. El plazo de ejecución del contrato es de ocho meses, por lo que se prevé que la red esté plenamente operativa en el verano de 2026.

La información recopilada proporcionará a la administración un conocimiento sin precedentes sobre el estado ecológico de los ríos gallegos y su evolución, facilitando el análisis de su relación con factores como el cambio climático o los diferentes usos del suelo. “Grazas á información que se poderá obter a través desta nova rede de estacións, Augas de Galicia terá un mellor coñecemento sobre a calidade das augas dentro da conca autonómica”, explicó Vázquez durante la presentación.

El proyecto va más allá de la simple instalación de sensores. De forma complementaria, se procederá a la actualización tecnológica de 23 de las 95 estaciones de aforo (medición de caudal) ya existentes en la demarcación, sustituyendo sus dispositivos de registro para integrarlos en la nueva red. Además, se instalarán tres perfiladores radar para medir, sin contacto físico, la velocidad superficial del agua, una tecnología especialmente útil para monitorizar avenidas y crecidas.

Una pieza fundamental del sistema será el desarrollo de una aplicación informática específica. Esta herramienta integrará y analizará todos los datos recogidos, permitiendo su visualización centralizada, la gestión automatizada de alertas y la generación de informes. La aplicación también facilitará la identificación de tendencias y la simulación de escenarios futuros, mejorando así la capacidad de planificación hidrológica de la comunidad.

Con esta actuación, la Xunta busca modernizar y reforzar significativamente el control sobre el estado de sus ríos, dotándose de un mecanismo de alerta temprana que mejorará la protección del medio ambiente y la capacidad de respuesta ante incidencias en la única demarcación hidrográfica de titularidad autonómica.