Galicia ha llevado su política de conservación ambiental al escenario nacional. La comunidad fue puesta como modelo de gestión sostenible de parques naturales durante la feria Expo Aire en Córdoba, donde la directora xeral de Patrimonio Natural, Marisol Díaz, desgranó la estrategia gallega para preservar la biodiversidad.

Durante su intervención en la mesa redonda 'A xestión autonómica dos espazos naturais: desafíos e perspectivas', Díaz destacó el papel fundamental de estos espacios protegidos para salvaguardar los valores naturales y las especies autóctonas. "Preservar os ecosistemas e as especies autóctonas evita a súa extinción, mantén o equilibrio ecolóxico e mellora a resiliencia ante riscos como fenómenos climáticos extremos, pragas ou incendios", afirmó la representante de la Xunta.

Uno de los pilares expuestos fue el trabajo de restauración ecológica activa, ilustrado con el caso del Parque Natural Complexo dunar de Corrubedo e lagoas de Carregal e Vixán. Allí, acciones concretas han logrado proteger la integridad del sistema dunar frente al avance de un bosque de pino, una intervención que Díaz presentó como ejemplo de buena práctica.

Sin embargo, el modelo gallego no se entiende sin su dimensión social. La directora xeral hizo hincapié en la importancia decisiva de implicar ás comunidades locais en la conservación. Esta participación, argumentó, aporta un "valor engadido" por su profundo conocimiento del territorio y genera un mayor compromiso con las medidas de preservación. Se trata de un equilibrio esencial entre la protección del patrimonio natural y el desenvolvemento socioeconómico sostible de las áreas periféricas.

Ese desarrollo se materializa, según expuso Díaz, en actividades económicas respectuosas con el medio, como la comercialización de productos de proximidad, la promoción del ecoturismo o iniciativas innovadoras. Como caso emblemático, citó el proyecto diseñado para convertir Salgueiro, no Parque Natural Baixa Limia-Serra do Xurés, na primeira aldea saudable do mundo.

La conferencia también abordó la compleja gestión de especies como el lobo, reconocido como regulador natural de poblaciones de jabalí o conejo en algunos espacios. Díaz subrayó la necesidad de acadar a convivencia entre todos los actores, velando tanto por los intereses ambientales como por los del sector ganadero, en un claro ejemplo de los retos que la administración debe abordar.

La intervención en Córdoba sirvió para proyectar la gestión ambiental gallega como un referente integrador, donde la conservación científica, el arraigo comunitario y las oportunidades económicas sostenibles convergen en la protección del territorio.