Un sentimiento de familia inundó esta semana el auditorio de la Cidade Infantil Príncipe Felipe. No era un acto protocolario al uso, sino un homenaje sentido a un compañero, a José Manuel Pérez Matos, 'Portu', cuyo nombre pasa a designar oficialmente ese espacio. Familiares, amigos y decenas de compañeros de la Deputación de Pontevedra se reunieron para recordar a una figura emblemática cuya vida estuvo ligada a la institución desde la infancia.

El presidente provincial, Luis López, presidió el emotivo encuentro, en el que, tras descubrir una placa con el nombre de Portu, se repasó la trayectoria vital y profesional del homenajeado. “Un recordatorio que quedará para a nosa historia, para lembrarnos a importancia de apoiarnos os uns aos outros, de trocar o ceño fruncido por un sorriso e de tender pontes en lugar de ensanchar as fendas. Iso facía Portu cada día”, afirmó López.

El vínculo de Portu con Príncipe Felipe era profundo. Llegó a la Escola Fogar en 1971 y, desde 1978, desenvolveu a súa etapa como traballador en los servicios de mantenimiento y protocolo de la administración provincial. Pero su legado va más allá de sus funciones: fue un dinamizador incansable da vida social interna, organizador de las actividades de Nadal e Entroido, y recordado futbolista del Pontevedra CF. "El puxo a súa impronta de servizo e amabilidade nesta casa e non ao revés", destacó el presidente.

En un acto con música en directo de Guadi Galego, tomaron también la palabra su hijo menor, Andrés Pérez; la antigua alumna Pili Soliño; el exentrenador Paco Presas; y representantes de los trabajadores de mantenimiento. Todos pintaron el retrato de un hombre definido pola súa amabilidade e espírito de apoio. “Portu era único. Unha desas persoas que nunca tiña días malos e, se os tiña, agochábaos sempre detrás dun sorriso, dunha broma ou de tantas e tantas palabras de ánimo”, concluyó López.

Con esta designación, o legado de Portu queda ligado para sempre ao lugar onde medrou. “Cada vez que nos sentemos neste auditorio... teremos presente a unha persoa que dedicou a súa vida a atender aos demais”, sentenció el presidente, cerrando un homenaje que consagró a un trabajador como ejemplo de la vocación de servizo público convertida en vínculo humano.