La seguridad eléctrica de las atracciones navideñas instaladas en la céntrica calle Arenal de Vigo está en entredicho. La Asociación de Vecinos Vigo Centro ha lanzado una alerta pública denunciando el "estado extremadamente peligroso" de las conexiones que alimentan la noria y demás instalaciones, un riesgo que, aseguran, se repite por segundo año consecutivo sin que se hayan adoptado medidas correctoras.

En un comunicado contundente, la asociación vecinal expone una lista de graves irregularidades detectadas que, a su juicio, suponen "un alto risco para a seguridade cidadá". Entre los puntos críticos enumeran: cables eléctricos sen protección y expuestos al paso de peatones, empalmes improvisados sin el aislamiento adecuado, ausencia total de señalización y vallado en zonas de riesgo, conexiones próximas a áreas húmedas –lo que incrementa el peligro de electrocución– y una sobrecarga evidente no centro de transformación, con derivaciones sin control.

"Denunciamos que, pese ás nosas advertencias do ano pasado, non se fixo absolutamente nada para mellorar a situación", afirmaron los portavoces vecinales. La inacción, sostienen, convierte a la administración y a las empresas implicadas en responsables directas ante un posible accidente. "En caso de accidente, a responsabilidade legal recaerá sobre a administración competente e as empresas instaladoras... por incumplimento da normativa de seguridade eléctrica", advirtieron.

Ante esta situación, la asociación exige la inspección inmediata por parte de la compañía eléctrica Naturgy, del Concello de Vigo y de la Consellería de Industria, así como la "adopción de medidas correctoras urgentes". Los vecinos recuerdan que "a seguridade non pode quedar relegada fronte a intereses comerciais ou festivos" y manifiestan su temor a "lamentar traxedias que son perfectamente evitables".

La denuncia pone el foco en uno de los enclaves más transitados durante la campaña navideña en la ciudad olívica, donde la instalación de atracciones genera una gran afluencia de público, especialmente familias con niños. La falta de acción tras la alerta del año pasado agrava, según los denunciantes, la vulnerabilidad del conjunto de la instalación.