SALUD
Claves para unas navidades sin problemas digestivos: cómo disfrutar sin riesgos
La Navidad, con su secuencia de banquetes, dulces y brindis, puede convertirse en un campo de minas digestivo para las más de 150.000 personas que en España padecen Enfermedade Inflamatoria Intestinal (EII), como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa. Sin embargo, los especialistas insisten en que es posible disfrutar das celebracións sen desencadear brotes, siempre que se priorice la moderación y una cuidadosa planificación.
La clave, según los gastroenterólogos, no está en la abstinencia, sino en la adaptación intelixente dos menús festivos a las necesidades digestivas de cada persona. El objetivo es evitar los alimentos y hábitos que puedan irritar la mucosa intestinal, alterar la flora o ralentizar la digestión, desencadenando síntomas como dolor abdominal, diarrea o distensión.
Un decálogo de supervivencia digestiva
Los expertos recomiendan una estrategia basada en la prevención e o coidado proactivo. La planificación previa das comidas es fundamental: priorizar platos sencillos, cocinados al horno, a la plancha, hervidos o al vapor, y moderar al máximo fritos, rebozados y guisos ricos en grasas. También es crucial controlar as racións e os tempos, comiendo despacio y en cantidades reducidas para no sobrecargar el sistema digestivo.
En cuanto a las proteínas, se aconseja optar por carnes magras (polo, pavo, coello) ou peixe branco, limitando el consumo de carnes rojas y embutidos, más difíciles de digerir. Los dulces e o alcohol merecen especial atención, ya que su exceso puede alterar significativamente la flora intestinal. Como alternativas más seguras, se proponen frutas asadas, frutas secas (orejones, pasas) o infusiones digestivas.
Dos pilares a menudo olvidados en Navidad son la hidratación e o descanso. Beber agua con frecuencia y mantener, en la medida de lo posible, las rutinas de sueño y la medicación prescrita son gestos que ayudan a mantener el equilibrio interno. Por último, los médicos recuerdan la importancia de escoitar ao corpo: ante cualquier señal de alerta, como dolor o irritación, se debe retomar una dieta blanda y consultar al equipo médico si los síntomas persisten.
Con estas pequenas adaptacións, las personas con EII pueden participar plenamente en la alegría de las fiestas. La Navidad no tiene que ser sinónimo de sufrimiento digestivo; con planificación y autocuidado, el bienestar puede ser el mejor regalo.

La Navidad, con su secuencia de banquetes, dulces y brindis, puede convertirse en un campo de minas digestivo para las más de 150.000 personas que en España padecen Enfermedade Inflamatoria Intestinal (EII), como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa. Sin embargo, los especialistas insisten en que es posible disfrutar das celebracións sen desencadear brotes, siempre que se priorice la moderación y una cuidadosa planificación.
La clave, según los gastroenterólogos, no está en la abstinencia, sino en la adaptación intelixente dos menús festivos a las necesidades digestivas de cada persona. El objetivo es evitar los alimentos y hábitos que puedan irritar la mucosa intestinal, alterar la flora o ralentizar la digestión, desencadenando síntomas como dolor abdominal, diarrea o distensión.
Un decálogo de supervivencia digestiva
Los expertos recomiendan una estrategia basada en la prevención e o coidado proactivo. La planificación previa das comidas es fundamental: priorizar platos sencillos, cocinados al horno, a la plancha, hervidos o al vapor, y moderar al máximo fritos, rebozados y guisos ricos en grasas. También es crucial controlar as racións e os tempos, comiendo despacio y en cantidades reducidas para no sobrecargar el sistema digestivo.
En cuanto a las proteínas, se aconseja optar por carnes magras (polo, pavo, coello) ou peixe branco, limitando el consumo de carnes rojas y embutidos, más difíciles de digerir. Los dulces e o alcohol merecen especial atención, ya que su exceso puede alterar significativamente la flora intestinal. Como alternativas más seguras, se proponen frutas asadas, frutas secas (orejones, pasas) o infusiones digestivas.
Dos pilares a menudo olvidados en Navidad son la hidratación e o descanso. Beber agua con frecuencia y mantener, en la medida de lo posible, las rutinas de sueño y la medicación prescrita son gestos que ayudan a mantener el equilibrio interno. Por último, los médicos recuerdan la importancia de escoitar ao corpo: ante cualquier señal de alerta, como dolor o irritación, se debe retomar una dieta blanda y consultar al equipo médico si los síntomas persisten.
Con estas pequenas adaptacións, las personas con EII pueden participar plenamente en la alegría de las fiestas. La Navidad no tiene que ser sinónimo de sufrimiento digestivo; con planificación y autocuidado, el bienestar puede ser el mejor regalo.





























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