Ponteareas se ha vestido de gala para celebrar a un símbolo profundamente ligado á terra galega: la camelia. La localidad acoge este fin de semana su Exposición da Camelia, un evento que reúne a 27 expositores y que incluye catas comentadas, talleres especializados y actuaciones musicales, todo ello para poner en valor una flor que “define xardíns históricos, pazos e espazos públicos” de la comunidad.

Durante la inauguración, la alcaldesa, Nava Castro, destacó que, gracias a la camelia, “vilas e cidades galegas viven cada inverno unha auténtica explosión de beleza”, contribuyendo al “embelecemento das nosas rúas” y creando un atractivo turístico que atrae a miles de visitantes. En el acto, junto al teniente de alcaldía Juan Carlos González Carrera, participaron el deputado de Acción Comunitaria, Javier Tourís, y la presidenta de la Sociedad Española de la Camelia, Carmen Salinero.

El sábado, las actividades congregaron a un numeroso público, con una charla-cata de té y un obradoiro especializado, además de la actuación de las pandeiteiras Sadeo. También se entregaron los premios del concurso de relatos, que recayeron en Xabi Barros Rodríguez (tercer premio), Martín de León González (segundo) y Anxo Fernández Carrera (primero).

Para este domingo, la exposición permanecerá abierta y, si el tiempo lo permite, la Rondalla Santa Eulalia de Atios pondrá el broche musical a partir de las 17:00 horas.

Un símbolo con historia universal

Pero la cita fue más allá de lo ornamental. En el marco de la exposición se recordó la rica e sorprendente historia simbólica de la camelia. En 1893, en Nova Celandia, una camelia blanca se convirtió en el emblema de la lucha por el sufraxio universal feminino, asociada para siempre a la pionera Kate Sheppard. Asimismo, en Brasil, esta flor sirvió como símbolo del movemento abolicionista, acompañando la reivindicación de libertad para las personas esclavizadas.

Con esta mirada integral –que combina tradición horticultora, promoción turística y reivindicación histórica–, Ponteareas refuerza el papel de la camelia no solo como un elemento de beleza, sino como un patrimonio cultural vivo con profundas raíces sociales y una proyección universal.