La evolución del trabajo autónomo en la Comarca de Vigo presenta realidades divergentes, y O Porriño se sitúa entre los municipios que no logran capturar el crecimiento moderado del conjunto. Según el último informe de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) para diciembre de 2025, el concello perdió 3 autónomos entre diciembre de 2024 y octubre de 2025, pasando de 1.366 a 1.363 afiliados al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA). Esta cifra lo coloca en el reducido grupo de localidades con balance negativo, junto a Mos, Baiona y Salceda de Caselas.

El análisis por sectores revela un panorama de luces y sombras, donde las sombras tienen mayor peso. El sector más afectado ha sido el comercio, que experimentó una significativa reducción de 16 autónomos, al pasar de 312 a 296. Esta caída es una de las más pronunciadas en la comarca y refleja las dificultades estructurales que atraviesa el pequeño comercio local, en línea con la tendencia negativa general del sector, que perdió 41 autónomos en el área de Vigo.

Frente a este retroceso, la hostelería en O Porriño mostró cierta resiliencia, registrando un leve crecimiento de 6 autónomos (de 135 a 141). Este dato positivo, sin embargo, no fue suficiente para compensar las pérdidas en otros ámbitos y contrasta con el dinamismo muy superior que exhibe el mismo sector en municipios vecinos como Nigrán, que ganó 12 autónomos hosteleros. Por su parte, las actividades profesionales, científicas y técnicas se mantuvieron prácticamente estables, con una mínima pérdida de 1 autónomo (de 21 a 20).

La situación de O Porriño refleja una transición compleja en su tejido productivo autónomo. Mientras un sector tradicional como el comercio se contrae de forma acusada, otros como la hostelería logran un crecimiento modesto, pero insuficiente para generar un balance neto positivo. Este estancamiento ocurre en un contexto comarcal donde la hostelería es el principal motor de crecimiento (+66 autónomos) y donde municipios como Nigrán (+42) o Vigo (+56) tiran con fuerza del conjunto.

Los datos invitan a una reflexión sobre la competitividad y el atractivo del municipio para emprender y consolidar negocios, especialmente en el ámbito comercial. El reto para O Porriño parece residir en detener la hemorragia en sectores clave mientras se potencia la capacidad de crecimiento en aquellos que, como la hostelería, demuestran tener potencial, para así converger con la senda de crecimiento que sí logran otros territorios de su entorno.