El servicio voluntario de Protección Civil de Tomiño se ha convertido en el centro de una agria controversia política. El grupo municipal del Partido Popular ha denunciado una situación de “precariedad absoluta” por falta de medios y la irregular cobertura de seguros para sus voluntarios, acusaciones que el gobierno local ha calificado de “exclusivamente política y partidista”.

Según confirmaron a Xornal21 fuentes próximas a la agrupación, el equipo actualmente maneja material caducado en algunos casos desde 2014 y solo 17 de sus aproximadamente 30 voluntarios figuran oficialmente asegurados en cada momento. La portavoz popular, Mónica Otero, explicó que esto obliga a hacer “encaje de bolillos” para asegurar que en cada intervención participen miembros regularizados, y citó como ejemplo un rescate reciente de un perro en un pozo en el que tuvieron que usar arneses vencidos.

El Concello de Tomiño, por su parte, ha emitido un comunicado lamentando la politización del servicio. La administración local reconoce que parte del equipamiento está caducado, pero asegura que tras un inventario realizado a finales del verano, ya se solicitó presupuesto para su renovación y se incluyó en una petición de subvención a la Deputación de Pontevedra, que está pendiente de resolución.

Respecto a los seguros, el gobierno municipal desmiente “con rotundidad” que opere ningún voluntario sin cobertura. Aclara que las altas se gestionan de forma dinámica a través de una aplicación, teniendo en cuenta que muchos colaboran solo en uno o dos operativos al año, y que nunca se movilizan los 17 asegurados a la vez. Además, señala que está pendiente una reunión con la nueva directiva de la agrupación para consensuar prioridades.

El PP también reclama la designación de un coordinador remunerado, argumentando que el volumen de intervenciones ha crecido un 50% este año, pasando de 300 en 2024 a 450 en los diez primeros meses de 2025. El Concello rechaza esta petición y recuerda que la esencia del cuerpo es el voluntariado de apoyo, subrayando que la gestión de emergencias es competencia de servicios profesionales y de la Xunta de Galicia. La administración local critica que se señalen carencias municipales mientras la autonómica mantiene “situaciones tan preocupantes como la precariedad de los bomberos forestales”.

La polémica ha puesto sobre la mesa el modelo de los servicios de emergencia y los límites del voluntariado, en un contexto donde, según el Concello, la agrupación de Tomiño nunca había tenido tantos voluntarios como ahora.