El contrato de residuos urbanos, limpieza viaria y playas de Nigrán ha centrado un nuevo choque político, zanjado por el alcalde, Juan González, quien ha afirmado que la decisión última no recae en los cargos electos, sino en un órgano técnico. Durante un Pleno Extraordinario solicitado por el Partido Popular, el regidor defendió la transparencia del proceso y desmontó lo que calificó como un intento de "construír un escándalo onde non o hai".

González recordó que la Mesa de Contratación, el organismo que debe resolver la licitación, "non está formada por políticos e é quen decide no Concello de Nigrán". Este órgano ha sido clave en los últimos movimientos de un expediente marcado por paralizaciones y denuncias de la oposición.

La situación llegó a un punto crítico a principios de mes, cuando la Mesa de Contratación decidió rechazar la evaluación de ofertas realizada por una consultora externa. El jueves 3 de diciembre, el órgano técnico desestimó el informe de Intoconsulting, que otorgaba la mayor puntuación a la oferta de la UTE Geseco-Copasa-Oresa, al considerar que incumplía parte de las bases del contrato en lo relativo a la frecuencia de recogidas.

Tras recibir un nuevo informe de valoración de la ingeniera municipal, la Mesa se reunió de nuevo el 4 de diciembre y tomó la decisión de eliminar definitivamente dicha oferta "polo incumprimento dun requerimento de carácter obrigatorio e excluínte", tal como establecen las bases reguladoras.

"O edil de Vías e Obras e Servizos Urbanos pode ter unha opinión persoal sobre unha oferta e eu outra, pero non somos técnicos, non decidimos nada diso, e quedou claro", afirmó González, subrayando la separación entre la esfera política y la técnica. Para el alcalde, la actuación de la oposición responde a una falta de proyecto propio.

El contrato, uno de los más importantes del municipio, sigue su curso tras esta última decisión técnica, en un proceso que el gobierno local insiste en defender como riguroso e ajeno a presiones políticas.