COCINA
Potaje suave de garbanzos con espinacas y bacalao
En los meses fríos, los potajes tradicionales vuelven a la mesa gallega como una forma sencilla y reconfortante de alimentarse. Esta versión combina garbanzos, espinacas y bacalao para lograr un plato completo, ligero y muy equilibrado, perfecto para entrar en calor sin recurrir a elaboraciones pesadas.
Ingredientes (4 personas)
-
300 g de garbanzos secos (o 2 botes cocidos para una preparación más rápida)
-
250 g de bacalao desalado en tacos
-
200 g de espinacas frescas
-
1 cebolla mediana
-
2 dientes de ajo
-
1 hoja de laurel
-
1 cucharadita de pimentón dulce
-
1 zanahoria (opcional)
-
Aceite de oliva virgen extra
-
Sal y pimienta al gusto
Preparación
-
Preparar los garbanzos
-
Si son secos, déjalos en remojo la noche anterior y cuécelos con laurel y sal hasta que estén tiernos.
-
Si usas garbanzos cocidos, enjuágalos y reserva.
-
Hacer el sofrito base
-
Sofríe la cebolla y el ajo picado con un chorrito de aceite.
-
Añade la zanahoria en rodajas y cocina unos minutos.
-
Retira del fuego, agrega el pimentón, mezcla y vuelve a poner la cazuela al calor.
-
Incorporar los garbanzos y guisar
-
Incorpora los garbanzos y cúbrelos con caldo o agua.
-
Cocina 10–15 minutos a fuego medio para que absorban los sabores.
-
Añadir las espinacas
-
Pon las espinacas frescas y deja que se reduzcan. En unos 5 minutos estarán listas.
-
Agregar el bacalao
-
Añade el bacalao desalado y cocina 5–8 minutos a fuego suave, evitando que se deshaga.
-
Rectificar y servir
-
Ajusta de sal y añade pimienta al gusto.
-
Deja reposar unos minutos antes de servir.
Resultado
Un potaje muy equilibrado: legumbres como base, verduras de temporada y el toque salino del bacalao. Calentito, ligero y perfecto para Galicia en invierno.

En los meses fríos, los potajes tradicionales vuelven a la mesa gallega como una forma sencilla y reconfortante de alimentarse. Esta versión combina garbanzos, espinacas y bacalao para lograr un plato completo, ligero y muy equilibrado, perfecto para entrar en calor sin recurrir a elaboraciones pesadas.
Ingredientes (4 personas)
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300 g de garbanzos secos (o 2 botes cocidos para una preparación más rápida)
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250 g de bacalao desalado en tacos
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200 g de espinacas frescas
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1 cebolla mediana
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2 dientes de ajo
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1 hoja de laurel
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1 cucharadita de pimentón dulce
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1 zanahoria (opcional)
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Aceite de oliva virgen extra
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Sal y pimienta al gusto
Preparación
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Preparar los garbanzos
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Si son secos, déjalos en remojo la noche anterior y cuécelos con laurel y sal hasta que estén tiernos.
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Si usas garbanzos cocidos, enjuágalos y reserva.
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Hacer el sofrito base
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Sofríe la cebolla y el ajo picado con un chorrito de aceite.
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Añade la zanahoria en rodajas y cocina unos minutos.
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Retira del fuego, agrega el pimentón, mezcla y vuelve a poner la cazuela al calor.
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Incorporar los garbanzos y guisar
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Incorpora los garbanzos y cúbrelos con caldo o agua.
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Cocina 10–15 minutos a fuego medio para que absorban los sabores.
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Añadir las espinacas
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Pon las espinacas frescas y deja que se reduzcan. En unos 5 minutos estarán listas.
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Agregar el bacalao
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Añade el bacalao desalado y cocina 5–8 minutos a fuego suave, evitando que se deshaga.
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Rectificar y servir
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Ajusta de sal y añade pimienta al gusto.
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Deja reposar unos minutos antes de servir.
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Resultado
Un potaje muy equilibrado: legumbres como base, verduras de temporada y el toque salino del bacalao. Calentito, ligero y perfecto para Galicia en invierno.

























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