El traspaso al Sergas de la Unidad de Atención a Drogodependencias (UAD) de O  Porriño, aprobado recientemente por unanimidad, ha reabierto en el último pleno municipal el debate sobre las carencias sanitarias crónicas en el municipio. El BNG, mientras valora el paso dado con la UAD, ha puesto el foco en dos cuestiones pendientes: la futura concreción de ese traspaso y la urgente necesidad de una Unidad de Salud Mental en la villa, una demanda histórica que el propio pleno apoyó por unanimidad hace casi dos años y que, a su juicio, sigue sin traducirse en gestiones efectivas.

La portavoz nacionalista, Míriam Martínez, recordó que, si bien la integración de la UAD en el sistema sanitario público es un avance, "segue sen saberse cal será a futura localización da UAD no Porriño a medio prazo, nin como se vai incrementar o reducido cadro de persoal actual". Criticó que la reciente reforma del centro de salud local no contemplara estas necesidades, un hecho que para el BNG demuestra que la obra "non foi máis que un lavado de cara propio do PP, pero que non significou unha mellora real e efectiva do servizo sanitario".

La salud mental, una deuda pendiente

El debate más urgente, sin embargo, gira en torno a la salud mental. El BNG subrayó que los problemas que motivaron la petición unánime de una unidad especializada "non decreceron", y lamentó que el Concello no haya iniciado trámite alguno para impulsar aquel acuerdo. La formación argumentó que el Porriño, con una elevada densidade de poboación, no puede seguir careciendo de este recurso, obligando a la vecindad a desplazarse al centro médico de A Doblada en Vigo, mientras municipios como Tui e Ponteareas ya cuentan con este servicio.

"Ansiedade, trastornos aditivos, trastornos alimentarios, insomnio, autolesións e pensamentos suicidas son realidades que non se poden obviar", afirmó Martínez, exigiendo al gobierno municipal que "faga as xestións necesarias" para convertir el acuerdo plenario en una realidad.

Advertencia sobre el destino del ahorro generado

El Bloque también aprovechó para lanzar una advertencia al gobierno de Alejandro Lorenzo. Con la asunción de la UAD por parte de la Xunta, el Concello se ahorrará la partida destinada a este servicio. El BNG exigió que este ahorro "non vaia destinada a gastos superfluos como luces de Nadal ou contratacións das orquestras máis codiciadas do país", sino que se garantice en los próximos presupuestos que se destine íntegramente a "ampliar a partida de gasto en servizos sociais".

Además, la formación advirtió al PP de la necesidad de que la Xunta se haga cargo también de "outros programas que sobrecargan os concellos", como el SAF (Servizo de Atención á Familia) o el Servizo de Atención Temperá, para aliviar la presión financiera y administrativa sobre los ayuntamientos y garantizar una atención social de calidad. La sesión plenaria dejó así sobre la mesa dos frentes sanitarios abiertos que, según la oposición, requieren una acción política inmediata y decidida.