La Generación Alpha, formada por los nacidos a partir de 2010, tiene una visión transformadora y tecnológica de su futuro profesional. Según un estudio realizado por International Workplace Group (IWG), el 86% de estos jóvenes anticipa que sus trabajos en 2040 serán irreconocibles comparados con los actuales, con la desaparición de los largos desplazamientos y la integración total de herramientas como la inteligencia artificial.

La investigación, realizada entre jóvenes de 11 a 17 años y sus padres, sitúa al trabajo híbrido y flexible como el modelo estándar para dentro de 15 años. Un 81% de los consultados espera que esta sea la norma, lo que reduciría drásticamente el tiempo perdido en transporte. De hecho, solo un 29% cree que tardará más de 30 minutos en llegar a su puesto, un cambio radical frente a la realidad actual de muchas áreas metropolitanas.

La tecnología centra las mayores expectativas de cambio. Un 88% de la Generación Alpha prevé trabajar de forma habitual con asistentes de inteligencia artificial o robots. Además, un tercio (32%) vaticina la desaparición del correo electrónico, sustituido por plataformas de colaboración más eficientes. Otros avances que esperan incluyen el uso de gafas de realidad virtual para reuniones o espacios de trabajo con ajustes personalizados de luz y temperatura.

Mark Dixon, fundador y director ejecutivo de IWG, señaló que "la flexibilidad en cuanto al lugar y la forma de trabajar no es opcional, sino imprescindible" para esta generación, que ha crecido observando los inconvenientes de los modelos rígidos.

El estudio también refleja un impacto esperado en la organización del tiempo. Un 33% de los jóvenes confía en que la semana laboral de cuatro días será habitual en 2030. En España, aunque no hay cifras oficiales sobre este modelo, el Gobierno ha impulsado una reforma para reducir la jornada máxima a 37,5 horas semanales, una medida que podría beneficiar a unos 12,5 millones de trabajadores a partir de 2026.

La reducción del estrés por desplazamientos (51%), pasar más tiempo con la familia (50%) y la mejora del bienestar (43%) se perfilan como las principales ventajas de este futuro laboral más descentralizado y tecnológico que imagina la próxima generación de trabajadores