La epidemia de gripe en España ha entrado en una fase de crecimiento explosivo justo cuando comienza el periodo navideño, superando ya las cifras máximas de los últimos tres años. Según el último informe del Instituto de Salud Carlos III, la tasa de síndrome gripal en Atención Primaria ha alcanzado los 195,9 casos por 100.000 habitantes, un incremento del 17,59% respecto a la semana anterior.

El virologo Estanislao Nistal advierte de que "el pico de contagios se espera en los próximos días, en plenas vacaciones de navidad". Este repunte, según explica, se debe a la confluencia de varios factores: la circulación de una variante K del virus, más contagiosa y con cierta resistencia a la vacuna, unida a las bajas temperaturas y a las aglomeraciones previas a las fiestas. "Podemos esperar una de las temporadas más largas y con más contagios de los últimos años", añade.

La situación está poniendo al límite los servicios sanitarios. La médico de Atención Primaria Susana Rodríguez alerta de que "las urgencias de los hospitales y centros sanitarios ya están desbordadas". Por ello, los profesionales insisten en la necesidad de tratar los casos leves en domicilio para evitar colapsar el sistema, reservando la atención hospitalaria para situaciones graves.

Galicia registra una incidencia menor pero sostenida

En la comunidad gallega, la intensidad epidémica se mantiene en nivel medio, con una tasa de 109,2 casos por 100.000 habitantes. Esta cifra representa, no obstante, un descenso del 10,6% con respecto a la semana anterior, situándose por debajo de la media nacional.

Farmacias como primera línea de defensa

Ante la saturación de los centros de salud, las farmacias se erigen como un aliado crucial. El farmacéutico Joaquín López recuerda que son "el punto de atención sanitaria más accesible" y desde ellas se puede ofrecer consejo para el manejo inicial de los síntomas. Para la mayoría de los casos, una combinación de reposo, hidratación y medicamentos antigripales que aborden varios síntomas a la vez puede ser suficiente.

Los expertos coinciden en que tratar los síntomas desde su aparición es clave por un doble motivo: alivia el malestar del paciente y reduce la capacidad de contagio en los primeros días, que son los de mayor transmisión. Para ello, recomiendan el uso de antigripales que combinen principios activos contra la fiebre, el dolor, la tos seca y la congestión nasal.

La doctora Rodríguez recuerda que, aunque la gripe es un proceso viral que el sistema inmunitario debe combatir, el tratamiento sintomático "puede evitar que evolucionen en cuadros más graves". Solo se debe acudir a un centro sanitario si aparecen señales de alarma como fiebre muy alta que no cede tras 72 horas, dificultad respiratoria o empeoramiento brusco.