Galicia avanza hacia un modelo de atención en salud mental más humano y respetuoso con los derechos de los pacientes. Así lo adelantó en el Parlamento gallego el director general de Asistencia Sanitaria del Sergas, Alfredo Silva Tojo, quien detalló los ejes del nuevo Plan de Salud Mental que ultima la Xunta. La hoja de ruta se centrará en reducir al mínimo imprescindible el uso de medidas de contención y en incorporar una línea transversal de humanización, sensibilización y lucha contra el estigma.

El plan, que sigue los principios del marco normativo vigente que prioriza los derechos humanos y la dignidad de la persona, se estructura en dos objetivos centrales. El primero busca impulsar el conocimiento y la comprensión de la salud mental en la sociedad, fomentando la participación comunitaria y combatiendo el estigma. El segundo se centra en la adecuación de los espacios asistenciales y en la reducción progresiva de prácticas restrictivas.

Para lograrlo, el documento contempla acciones concretas como la mejora de los espacios terapéuticos, que incluirán la creación de salas sensoriales y áreas de desescalada para una atención más adecuada. Asimismo, se reforzará la gestión de la información y la formación especializada del personal en el modelo de "contención cero", asegurando que cualquier intervención se realice bajo criterios clínicos estrictos y con un enfoque preventivo.

Silva Tojo destacó que estas medidas se enmarcan en el Plan de Salud Mental poscovid-19, que ya ha activado tres líneas de acción: la implantación de modelos asistenciales no coercitivos y estandarizados, la formación continuada en las áreas sanitarias y el impulso del conocimiento a través de la Axencia Galega para a Xestión do Coñecemento en Saúde.

Con esta estrategia, el Sergas alinea su actuación con un marco común que sitúa la proporcionalidad de la intervención y la dignidad de la persona en el centro de la práctica asistencial, avanzando hacia una atención más segura y respetuosa.