Una huelga sin precedentes ha paralizado este martes la actividad del almacén de Amazon en O Porriño, con un seguimiento del 100% por parte de su plantilla, compuesta por unas 70 personas. La movilización, la primera convocada en este centro, ha tenido un impacto operativo inmediato, retrasando la salida de paquetes y calculándose que la mitad de los envíos no serán repartidos.

Desde primera hora de la mañana y hasta pasadas las doce, los trabajadores se concentraron a las puertas de las instalaciones coreando consignas como “Moito traballar para case non cobrar” o “Traballo precario, beneficio millonario”. La protesta, convocada por el comité de empresa -con mayoría de la CIG-, denuncia unas condiciones laborales precarias que contrastan con los beneficios multimillonarios de la compañía.

Carlos Lamosa, responsable de Transporte de la FGAMT-CIG de Vigo, explicó a Xornal21.es las principales reivindicaciones. Los trabajadores acusan a la dirección de imponer ritmos de trabajo elevadísimos con falta de personal, lo que afecta directamente a su salud. A esta sobrecarga se suma una contratación mayoritariamente a tiempo parcial o fija-discontinua, incumplimientos en prevención de riesgos y la obligación de trabajar en domingos sin remuneración ni compensación.

“Amazon é un exemplo de precariedade laboral e explotación”, denunció Lamosa, subrayando la paradoja de que esta situación ocurra en una empresa cuyo propietario, Jeff Bezos, es una de las personas más ricas del mundo. El sindicalista también criticó el modelo de externalización masiva, con uso extensivo de ETT dentro del almacén y la subcontratación del reparto.

La tensión no parece tener fin a corto plazo. Está fijada una reunión con la dirección a finales de enero, pero desde el comité advierten: en función de su resultado, no se descartan nuevas movilizaciones y huelgas. “O persoal non vai renunciar aos dereitos que en xustiza lles pertencen e continuará loitando até que se atendan as súas lexítimas demandas”, concluyeron.