Una intervención urgente en la presa de Eiras, en Fornelos de Montes, busca evitar una crisis en el suministro de agua a más de 400.000 personas del área de Vigo. La Xunta de Galicia ha iniciado obras para sustituir cuatro válvulas de toma de agua, dos de ellas con daños graves que podrían haber provocado cortes en el servicio, según han confirmado fuentes de la administración autonómica.

El director de Augas de Galicia, Roi Fernández, supervisó recientemente el avance de los trabajos, que cuentan con un presupuesto de 2,3 millones de euros. La actuación, calificada como de emergencia, es necesaria para garantizar el flujo de agua hacia la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) de O Casal, paso previo al consumo en los hogares.

Durante su visita, Fernández realizó una crítica directa a la gestión municipal. Aclaró que, aunque la presa es de titularidad autonómica, el Concello de Vigo tiene la concesión del abastecimiento y su personal manipula las válvulas "diariamente". "O Concello de Vigo en ningún momento notificou a existencia de incidencias neses elementos que poden poñer en risco o abastecemento", afirmó el director. Este deterioro conocido y no comunicado, según la Xunta, "aceleraron o risco de fallo en plena actividade".

Para no interrumpir el suministro durante las obras, se está construyendo un sistema de bombeo provisional (bypass). Este mecanismo permitirá aislar y vaciar la torre de toma para proceder a la sustitución de las válvulas y a la renovación del sistema de cables y las bases de hormigón.

La previsión es que el servicio quede completamente restaurado y sin riesgos para la próxima primavera. No obstante, el Gobierno gallego ha dejado abierta la puerta a tomar acciones legales en el futuro. Se reserva la posibilidad de "reclamar a responsabilidade do Concello pola súa actuación neglixente" por no haber alertado de las incidencias.

La reparación afecta al suministro de los concellos de Vigo, Cangas, Moaña, Redondela, Soutomaior, O Porriño, Mos, Salceda de Caselas y Vilaboa. La intervención subraya la vulnerabilidad de una infraestructura crítica y pone el foco en los protocolos de comunicación entre administraciones para prevenir situaciones de riesgo.